7 consejos para elegir un buen vino
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¿Sabes cómo elegir un buen vino? El mundo de las uvas tintas se ha perfeccionado y tiene una gran variedad y sofisticación. La elección de una lata o de una botella de vino, puede ser tedioso.
Según el portal del gobierno mexicano, 431 hectáreas de tierra son destinadas para siembra de viñedos. La industria del vino crece un 10 % por año, como también el registro de variedades en el Catálogo Nacional de Variedades Vegetales del Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS) que, al día de hoy, detalla unas 50 cepas de uvas: frutadas, merlot, malbec, para vino dulce, vino joven o vino rosado.
Pero… ¿por dónde empezar? En el siguiente artículo, te lo contamos. ¡El consejo 4 te sorprenderá!
Empecemos por la denominación de origen, que es la que garantiza que la bebida ha sido elaborada en suelo vitivinícola. El terroir o terruño es la combinación de cuatro factores en la producción de vinos de calidad: suelo, clima, variedad de cepa y la intervención y los conocimientos del enólogo que cultiva ese suelo.
Pero ¿cómo elegir un buen vino? Esa es la cuestión. El mundo del vino se ha profesionalizado muchísimo en el último tiempo. Podemos encontrar en el mercado vinos sustentables con mínimas intervenciones en el proceso de producción, como es el caso de Rosadito, vino de producción industrial, orgánicos, vinos para exportación, limitados o estacionado en barricas.
En México, los estados con mayor producción de vino son Baja California, Coahuila, Querétaro y Guanajuato, mientras que la región vinícola más importante del país se localiza en el Valle de Guadalupe, en Baja California.
Dentro del mundo del vino, lo más importante es que tus gustos sean los que a ti te gusten, también la ocasión en dónde disfrutarás de ese vino.
¿Espumoso, tempranillo, syrah, vinos frescos? Si quieres un ambiente fresco y alegre, elige un Rosadito. Si deseas acompañar una comida, un buen vino tinto siempre será una gran opción para combinar con carnes o, tal vez, un vino blanco si la ocasión conlleva carnes blancas.
Saber el tipo de uva con el cual se elabora el vino puede ayudarte a dar en el clavo con la mejor opción frente a la variedad de vinos.
A continuación, te nombraremos las uvas más comunes:
Una excelente pista sobre cuál será el mejor vino la vas a encontrar son los sellos de calidad. Estos sellos son colocados por organismos especializados en vino o bebidas alcohólicas o por competencias internacionales del medio. Ejemplo de esto es el Decanter World Wine Awards (DWWA), la competencia más grande de vinos del mundo.
DWWA es un concurso internacional en el que muchos productores participan, no solo por la premiación a los mejores vinos del mundo, sino también por el prestigio que significa obtener un sello de sus categorías. El jurado de este certamen está compuesto por expertos en vinos de todo el mundo.
Las catas se organizan por categorías y cada una de ellas es puntuada y analizada por los profesionales de cada categoría. Existen expertos en vinos tintos que analizan ese grupo de competidores, expertos en vinos blanco o rosados.
La cantidad que gastes no te va a asegurar una buena elección. A pesar de que el precio puede ser una pista acerca de la calidad, no siempre será así.
Hay varios aspectos que inciden en el precio de una bebida, como la marca, el costo de logística, la cantidad de tirada, la fama del enólogo y su elaboración.
Para darte una mejor idea de qué se cobra en precio, podrías buscar en la etiqueta de la botella información sobre procesos, datos de la producción que te ayuden a entender la calidad del producto, si el vino se sometió a controles que indicarían un nivel alto de calidad, etc., ya que la variable del precio está ligada también a estos datos o certificación.
Otra pista importante es la denominación de origen, la cual no es más que un reconocimiento en torno a la región determinada donde se elaboró el vino. Esta denominación significa que ese vino posee características especiales.
Este reconocimiento es la procedencia de un producto cuya calidad o cualidades del producto elaborado se deben fundamental o exclusivamente a un medio geográfico: es su sello de calidad.
El producto terminado, un vino, en este caso, se debe a todos los factores exclusivos de un sitio, ya sean los naturales tanto como los humanos. Los profesionales que hayan trabajado en el resultado, la tierra, la planta, la uva, el clima de la zona, entre otros.
Actualmente, existen 70. México ha conseguido 16 denominaciones de origen en distintas localidades: Tequila, Mezcal, Olinalá, Talavera, Bacanora, Ámbar de Chiapas, Café Veracruz, Sotol, Café Chiapas, Charanda, Mango Ataúlfo del Soconusco Chiapas, Vainilla de Papantla, Chile Habanero de la Península de Yucatán, Arroz del Estado de Morelos y Cacao Grijalva, Yahualica.
La composición alcohólica del vino se expresa en grados y se refiere a la porción de alcohol en el líquido de la bebida. La norma mexicana regula las especificaciones sanitarias y las disposiciones de etiquetado sanitario y comercial de las bebidas alcohólicas que se comercializan en México.
Dentro del marco legal de las bebidas con graduación alcohólica deben figurar los datos de origen, el nombre de la bodega, el número de establecimiento, el fraccionador y la dirección postal. Más los textos llamados leyendas preventivas, como, por ejemplo, la leyenda «Beber con moderación».
Los vinos, por lo general, varían entre los 10° a 14°. Los vinos tintos suelen estar entre 12° y 13°, y los blancos y rosados entre los 10 y 12°.
Las bebidas también se utilizan para preparar recetas, preparar cocciones en las que el alcohol del vino se evapora, lo que deja solo el gusto de la uva impregnado. También funcionan en maridajes (asociaciones de una copa de vino con un alimento). Incluso, existen uniones de alimentos y vinos de todo tipo para dulces y salados, por ejemplo, un riquísimo aperitivo podría ser un rosado, con una variedad de quesos cremosos y suaves.
Existen varias diferencias en sus componentes o en el resultado según su elaboración dependiendo de cómo se lleve a cabo la producción. Por ejemplo, los vinos tintos se clasifican, según su contenido de azúcar, en secos o afrutados, por su tanicidad, ligeros, de tanino medio o muy tanino, y por su edad.
Un vino joven y varietal, o tinto joven, es aquel que tiene procesos de producción más cortos. Deben ser bebidos durante el año de su creación y no pasan por barrica.
Un vino en reserva, por el contrario, significa que la bebida ha estado estacionada al menos 12 meses de guarda. Un vino de gran reserva data de más de 48 meses de estar en barrica.
Ahora con estos consejos te invitamos a hacer tus propias elecciones y experimentar el mundo del vino. Si deseas tomar un vino refrescante y divertido, adquiere en nuestra página el primer vino rosa en lata de México, ¡Rosadito!